Radiografía de los Centros de Datos en España: Una Nueva Industria Intensiva en Energía y Agua
El auge de los servicios digitales y la fiebre por la inteligencia artificial (IA) han hecho que el volumen de datos que se procesan y almacenan cada día no deje de aumentar. Para que eso sea posible, se necesitan cada vez más centros de datos, las instalaciones en las que todo eso sucede. España se ha consolidado como un buen lugar donde ubicarlas: el precio de la energía es comparativamente barato, hay mucha capacidad para generar energías renovables, las infraestructuras de fibra óptica son buenas y hay conexión directa con América a través de cables submarinos, que pronto canalizarán el 70% del tráfico transatlántico de internet.
La Industria de los Centros de Datos en España
Las grandes tecnológicas eligen España como destino para sus centros de datos debido a sus ventajas competitivas. El mayor de los que preparan las *Big Tech* será el que levantará Meta en Talavera de la Reina, con una potencia instalada de 248 MW y un consumo de agua de hasta 504 millones de litros anuales. La Confederación Hidrográfica del Tajo puso en duda la capacidad para hacer frente a esas necesidades, lo que llevó a Meta a corregir su consumo de agua a la baja después de optar por un sistema de enfriamiento basado en aire seco.
En total, los *Big Tech* consumirán hasta 567 MW, lo mismo que unos 160.000 hogares españoles medios, y en torno a 645 millones de litros anuales de agua, equivalente a la que consumen 14.000 personas en un año. Además, Microsoft está construyendo tres centros de datos en Aragón, sobre los que todavía no hay información.
Impacto Ambiental y Consumo de Recursos
Los centros de datos son grandes naves industriales repletas de *racks*, una especie de torres de procesadores con aspecto de frigoríficos futuristas. Los sistemas trabajan noche y día, por lo que necesitan mucha electricidad. Especialmente si se dedican al entrenamiento de modelos de inteligencia artificial (IA): se calcula que los GPU, los procesadores usados para esas tareas, consumen hasta diez veces más que una CPU, los empleados en tareas convencionales.
La irrupción de la IA generativa ha trastocado el sector. Los centros de datos tradicionales no sirven para entrenar y dar apoyo a los gigantescos modelos detrás de ChatGPT, Llama, Copilot, Gemini o Claude. Se necesitan procesadores de mayor densidad, lo que significa más consumo energético y de agua. “Los sistemas de refrigeración con aire no son eficientes con los *racks* de alta densidad, los usados para entrenar modelos de IA, sino que, contrariamente, requieren mucha más energía. Por eso los grandes centros de datos de hoy en día se están pasando del aire al agua”, indica Lorena Jaume-Palasí, experta en tecnología y asesora del Parlamento Europeo en materia de IA.
Conclusión
La expansión de los centros de datos en España es un fenómeno complejo que combina beneficios económicos y sociales con impactos ambientales significativos. Mientras que estos centros generan empleo y atraen a más empresas tecnológicas, también consumen grandes cantidades de energía y agua, lo que plantea desafíos para el futuro sostenible del sector.
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